1.- Consumen más energía. Más del 80% de la electricidad que usan las lámparas tradicionales se desperdicia en calor y el restante se usa para iluminación.
2.- Contaminan más que otros. Una casa habitación que usa focos tradicionales emite en promedio 810 Kg de CO2 anualmente, equivalentes a las emisiones diarias de 50 autos.
3.- Es más caro usarlos. Pagarás un 40% menos en tu recibo de luz.
4.- Existen mejores tecnologías. Hay tecnologías de iluminación más eficientes como lámparas ahorradoras y leds disponibles en el mercado.
5.- Tenemos derecho a un ambiente más SANO y LIMPIO.
Tanto las autoridades como los fabricantes de focos deben COMPROMETERSE a proporcionarnos productos más eficientes, que consuman menos energía y sean más amigables con el ambiente.
Fuente: greenpeace.org / México
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